No hablen mal de ese amor

Yo no lo puedo creer. Selva siempre fue la más hermosa, si tenía a toda la facultad tras ella. Siempre me decía que hay que buscar y buscar al príncipe azul, que una merece mucho, que hay que saber elegir. Y se va a casar con ese viejo. ¿Qué futuro van a tener? Usted, como su madre, tendría que advertirle. Y encima con ese viejo, justamente, que tanto la hizo sufrir en los últimos años de la carrera. Si hasta repetía que lo odiaba porque siempre era una traba para recibirse. No lo puedo creer. ¿Qué los une? ¿Qué es lo que le vio?

-No hable mal de ese amor, Elizabeth: Es bueno y fecundo. Hay en él nostalgia y melancolía, envidia y un poco de desprecio, y una completa y casta felicidad.

-Ay... sigo sin entender. Justo ahora que se recibe... Casarse con ese viejo, el rector de la facultad... ¡pobre selva!

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