Una cruz tan solo

Era una cruz, tan solo.
El horizonte atravesado por una hoja cruzada.

Era una cruz y no significaba nada.
Traspasaba una línea por sobre la otra.

Era una cruz y nadie se arrodilló.
Tres de sus puntas eran iguales.
La otra era más larga.

Era una cruz y nadie lloró.
Por primera vez una cruz
no era usada como símbolo por nadie.

Era una cruz, de un lado y del otro.
Como si dividiera el mundo en dos.

Era una cruz y no había nada.
La luna la iluminaba tenuemente,
como si no estuviera dirigiéndose a ella.

Era una cruz y nadie le pedía nada.
Ambas partes del mundo sabían lo que querían.

Era una cruz y de ella no se esperaba nada.
Era una hermosa figura geométrica.
Había partido la luna en cuatro.

Era una cruz.
Ahora solo son llamas que miran hacia el cielo.

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