Donde la luna
no alumbra nunca
y donde el viento
perdona y calla,
allí estoy yo, soñándote.
Cuando el mar
abandona mis pies,
cuando el océano
se escurre entre mis dedos,
me despierto y sin embargo...
sigo soñándote.
Porque el viento
me trae tus recuerdos
y el arena tu piel.
Y porque el mar las caricias
de mi cuerpo alejan.
Y porque no necesito luz
de luna para ver tu figura...
ahora te sueño despierto.
Mis ojos no ven
mas de lo que quieren ver,
y ven una cama de arena
y mi rostro mojado de mar.
El viento me seca la cara
pero tus manos no están.
Quiero despertar del sueño
pero ya estoy despierto.
Abro bien los ojos
y tu figura encuentro;
la envuelve una estela gastada
de tanto jugar con mis pensamientos.
Tu cuerpo sobre mi
se avalancha
cuando yo menos lo espero
entonces mis ojos cierro
y bajo tu fuerza despierto.
Etiquetas: Poesía
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